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Abundan los mitos sobre los camiones comerciales y los accidentes de camión. Este artículo disipará cuatro de estos mitos comunes a la vez que proporciona información objetiva sobre los accidentes de camión.
Esperamos que esta información le resulte útil. Si tiene alguna pregunta sobre accidentes de camión o su caso particular, no dude en acudir a un abogado cualificado en accidentes de camión en Bufete de Abogados Tate, P.C..
Mito #1 – Los camiones son menos propensos a causar accidentes que otros vehículos.
Los conductores de camiones son tan propensos a causar accidentes como los conductores de vehículos de pasajeros en la carretera. La formación necesaria para convertirse en conductor de camión y obtener el permiso comercial no es tan estricta y exhaustiva como mucha gente podría pensar. Además, los conductores de camiones tienen los mismos factores de riesgo que los demás conductores, como conducir distraídos, conducir con fatiga, conducir bajo los efectos de las drogas o el alcohol y no obedecer las leyes de tráfico. Estos comportamientos hacen que los conductores de camiones tengan las mismas probabilidades de ser la causa de un accidente.
Mito #2 – Los camioneros pueden arreglárselas sin dormir mucho porque están acostumbrados a ello.
Los camioneros somnolientos son un peligro para todos en la carretera. Los conductores privados de sueño tienen muchas más probabilidades de provocar accidentes que los que están bien descansados. De hecho, conducir despierto después de 18 horas equivale a conducción en estado de embriaguez. Aunque se exige a los camioneros que sigan unos horarios de descansos para disminuir las posibilidades de accidentes, a menudo ignoran estas normas porque se les paga por el número de kilómetros que conducen y están bajo presión para hacer las entregas rápidamente.
Mito #3 – Las empresas de transporte por carretera no pueden ser consideradas responsables de los accidentes causados por sus conductores.
No es infrecuente que las empresas de transporte por carretera sean responsables cuando su negligencia contribuye o provoca un accidente. Algunos ejemplos de responsabilidad de las empresas de transporte por carretera son:
- Negligencia en la contratación. Esto puede incluir no completar una verificación de antecedentes, verificar una licencia de conducir comercial o administrar una prueba de drogas para los nuevos conductores. También podría implicar la contratación a sabiendas de un conductor que no está cualificado.
- Mantenimiento inadecuado de los camiones. Cuando las empresas de transporte por carretera no inspeccionan regularmente sus vehículos -o no reparan los problemas descubiertos en una inspección- pueden ser consideradas responsables si un camión se estrella como consecuencia de ello.
- Incumplimiento de las normativas de transporte por carretera. Esta forma de negligencia incluye no verificar que los conductores cumplen las normativas de transporte por carretera y establecer horarios exigentes para los conductores que hagan que los camioneros quieran infringir las normativas.
Las empresas de transporte también pueden ser consideradas responsables de la negligencia de un conductor que sea empleado. En muchos casos, una empresa puede etiquetar a un conductor como “contratista independiente”, pero en realidad, el conductor era un empleado y la empresa es responsable de un accidente causado por el conductor.
Mito #4 – Las compañías de camiones y los proveedores de seguros hacen que sea imposible conseguir acuerdos después de los accidentes.
Es cierto que las compañías de camiones y sus aseguradoras normalmente intentarán evitar la responsabilidad de los accidentes para ahorrarse dinero. Incluso si aceptan la responsabilidad, es probable que intenten infravalorar las pérdidas de la víctima. Pero usted puede defenderse. Un abogado con experiencia en accidentes de camión puede llevar a cabo una investigación independiente sobre las verdaderas causas del accidente e identificar a todos los que deban ser considerados responsables. Un abogado especializado en accidentes de camión puede construir un caso sólido para obtener una indemnización y adoptar una postura firme cuando se reúna con las compañías de seguros en la mesa de negociaciones para negociar un acuerdo justo.
